Con el agua rozándole el hombro, la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez entró este martes al fraccionamiento Nuevo Milenio, una de las zonas más bajas y afectada por la tromba que sacudió la ciudad el pasado domingo.
Cargada de despensas, la jefa de la comuna se acercó para atender el reclamo generalizado de ayuda por parte de cientos de afectados que vieron cumplirse 48 horas desde que las fuertes lucieras inundaron esta comunidad al poniente de Matamoros.
Junto a ella, el director de Protección Civil, Humberto García González, seguía al frente del operativo de asistencia a los damnificados y revelaba como los mismos vecinos se habían negado a salirse de sus casas por temor a la delincuencia.
«Esta es una zona de mucha inseguridad y lo que ellos mismos nos manifiestan es que por eso se quedaron en sus casas a pesar de que desde el primer momento ofrecimos trasladarlos a un lugar seguro».
Para apoyo de los vecinos cuyas casas se vieron inundadas primero por el agua de las lluvias y después por la de los canales de agua de riego de aguas negras, se trasladaron hasta ese punto cuadrillas de la Junta de Aguas y de la CFE, así como una brigada especial del sistema DIF y su presidenta Verónica Salazar Vásquez que vio por la salud de las jefas de familia y de sus criaturas.
El Ayuntamiento de Matamoros que realiza una evaluación de los daños está a la espera de que la Secretaría General de Gobierno emita una declaratoria de desastre para Matamoros con el objetivo de que se canalicen recursos en apoyo a las familias que perdieron su patrimonio por la inundación.





