Por Ezequiel Castillo
Además de padecer los estragos del virus del SIDA, los pacientes portadores del VIH sufren discriminación por parte de la sociedad y principalmente en sus lugares de trabajo, esto se debe en primera instancia a la ignorancia que
prevalece en las personas, referentes a las formas de contagio del virus del sida, lo que las orilla a relegar a quienes lo portan.
Adalberto Gonález Cerda, médico tratante del Centro Ambulatorio Para la Atención de Pacientes con Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, aseguró la mayoría de los pacientes que acuden al CAPASITS en busca de atención médica, dan a conocer al área de psicología que no pueden asistir a todas sus revisiones a causa de los horarios de trabajo, los cuales no pueden cambiar por temor a emitir una explicación que respalde su solicitud de permiso de ausencia.
“La primera recomendación emitida por esta unidad es la prevención, que las personas conozcan lo que es la enfermedad, desafortunadamente todavía nos encontramos con personas que son despreciadas dentro de su propia familia, ya que cuando los padres se enteran de que es portador del virus del Sida, les hacen un baño afuera de su casa, les apartan la loza y cubiertos y separan su ropa al momento de lavar la de toda la familia, esto pasa muy comúnmente tanto en los hogares como en las áreas laborales”, detallo.
El médico aseguró que algunos de sus pacientes han perdido sus fuentes de empleo cuando sus patrones se percatan de que son portadores del VIH, ya que el tabú que atrae esta enfermedad no ha sido erradicado aún en la cultura mexicana, quien asocia a la enfermedad con la depravación o el homosexualismo, motivo por el cual los pacientes temen abrirse a la sociedad ya que si lo hacen terminaran muriendo en vida.
Aseguró que a la fecha se atienden a mas de 350 personas infectadas, de las cuales algunas se controla la enfermedad con medicamento antiviral y otros pacientes solo se encuentran en vigilancia epidemiológica, sin embargo, a partir del 2015, las nuevas normas y guías de prácticas clínicas en las que se rigen los programas del CAPASITS, indican que se debe otorgar tratamiento a todo paciente que esté diagnosticado con VIH.





