Cuando faltan dos semanas de su toma de protesta como alcalde de Matamoros, el priísta Jesús de la Garza Díaz del Guante, ve como se fractura su compacto equipo de trabajo por la pelea de las principales posiciones.

La guerra esta declarada entre dequipo-de-chuchin os de las figuras mas cercanas a Chuchín:  su amigo Abelardo Martínez Escamilla, ex coordinador del Instituto Tamaulipeco del Migrante y  Humberto Zolezzi García, ex Sub Secretario de Gobierno de Tomás Yarrington Ruvalcaba, quienes como perros de peleas quieren llegar a la Secretaría del Ayuntamiento.

Abelardo, con un perfil corrupto en el INAMI, insiste recio y quedito en que debe ser el abogado del municipio considerando que fue coordinador de campaña de Chuchín.

Por su parte, Humberto, de la dinastía Zolezzi, también se siente con derechos sobre ese puesto sobre todo cuando ya lo ocupo durante el trienio de Homar Zamorano Ayala.

Este ultimo, también habra de ser reincorporado a la administración de Jesús de la Garza, como asesor principal, una posición poco visible, que lo alejara de sus puestos de venta de tomate y cebolla que tiene en algunos cruceros de Matamoros.

Como ni Abelardo ni Humberto dan su brazo a torcer, Chuchín aparece en estos días con cara de mortificación, presionado además por el ex candidato a Gobernador de Tamaulipas, Baltazar Hinojosa Ochoa para sumar a sus ex colaboradores de campaña y próximamente desempleados, a las filas municipales.

Sin una estructura estatal a cual sumarse, personajes como Manuel Enriquez Blake, Antonio Alfaro, Mario López, Omar Masso Quintana, entre otros, como gaviotas hambrientas, planean sobre la alcaldía de Matamoros pues saben es la que dará de comer los próximos dos años.

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