El tema de la seguridad pública es uno de los grandes pendientes hacia los ciudadanos por parte de los órdenes de gobierno.
Porque si bien existen estrategias delineadas para combatir a los grupos delictivos, persisten las dudas con respecto al avance efectivo de éstas.
Los informes oficiales dan cuenta de que se alcanzan determinados objetivos y metas y, por tanto, se esta minado a las agrupaciones criminales.
Se habla de la captura o asesinato de los delincuentes más buscados y cada que se da eso, es motivo para que las autoridades salgan, en vivo y por medios de alcance nacional a ponderar su eficiencia.
Pero con todo y ello, hay entidades de la república en las cuales las bandas de proscritos continúan operando cual “señores de horca y cuchillo”, sin que desde el sistema de seguridad puedan hacer lo suficiente para evitarlo.
De hecho se percibe y comenta que el poder de la delincuencia organizada logró penetrar, desde hace tiempo a organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, gobierno y ni que decir el campo de la iniciativa privada.
No es fortuito que uno de los temas principales de la contienda electoral que acabamos de pasar, haya sido precisamente ese delicado asunto.
Recordemos que la mayoría de los candidatos a gobernador se dieron con todo durante el par de debates que se organizaron y el punto principal para es fue la inseguridad y la intromisión de grupos delictivos en el proceso electoral.
Unos atacaban y otros respondían en mismo tono y se demarcaban de la posibilidad de tener vínculos con criminales.
Incluso se comprometieron a dar resultados en el corto tiempo a fin de frenar éste fenómeno que afecta a las familias tamaulipecas.
Confiamos en que el gobernador electo, FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, haga lo necesario para dar buenas cuentas en ese sentido, debido a que ese fue uno de sus compromisos centrales.
Es factible que parte del apoyo que recibió el distinguido militante de Acción Nacional, durante la jornada electoral, se debió a que los ciudadanos llegaron al límite, al vivir con el Jesús en la boca un día si
y el otro también mientras los delincuentes siguen haciendo de las suyas.
Hay miles de familias agraviadas en la entidad que merecen ser atendidas y requieren que se les haga justicia.
Esperemos que a la llegada de la nueva administración se retome lo que se ha hecho de positivo, en el actual sexenio, en cuanto al combate a la inseguridad.
Sucede que no se partirá de cero y eso es algo que deberá valorarse para no perder tiempo y entrar a una nueva etapa.
Aunque haya criticas, que quienes las hacen están en su derecho, con respecto a la actual gestión estatal, presidida por EGIDIO TORRE CANTÚ, nadie puede negar que éste gobierno se dio a la tarea de abordar uno de los retos más complejos que haya tenido: el del combate a la inseguridad a partir de la generación de capacidades propias del gobierno estatal.
En ese sentido, en Tamaulipas se logró hacer a un lado a las corporaciones municipales que, a decir de los que saben, estaban infiltradas por el crimen organizado. Algo similar sucedía en la Procuraduría de Justicia.
Otro de los aspectos a ponderar es el de los convenios con la federación y los municipios para estar en la misma sintonía en una lucha común, al igual que atender necesidades de carácter social.
Lo grave es que, entre los cambios y la desatención a la corporación estatal que ahora opera pueda retrocederse y, de nueva cuenta, se abre la posibilidad de la infiltración por parte de los proscritos.
De ahí que dar continuidad a lo que llevado a cabo sea una de las tareas a considerar en los meses por venir.
Algo que se necesita es que el tema de la seguridad no pase a segundo término y menos sea borrado de los discursos oficiales con el argumento de que somos mucho más que eso.
En efecto, pero es imprescindible no olvidarse de algo que se hace presente en las calles y genera zozobra entre las familias tamaulipecas.
Por supuesto que tendrá que cuidarse que los nuevos funcionaros estén libre de sospechas en cuanto a tener relaciones peligrosas.
Ahora si que el buen juez, por su casa empieza.
AL CIERRE
Se espera la visita del presidenciable, JOSÉ ANTONIO MEADE KIRUBEÑA, Secretario de Desarrollo Social, el próximo viernes en Tampico.
Viene a revisar, en una reunión de trabajo, el avance de los programas sociales que se aplican en la entidad.
Sin duda que el ex titular de relaciones exteriores tiene posibilidades de colarse para ser el relevo de ENRIQUE PEÑA NIETO, más porque sus colegas de gabinete, entiéndase MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, AURELIO NUÑO MAYER, al igual que LUIS VIDEGARAY CASO, de Gobernación, Educación y Hacienda, en forma respectiva, se ven como parte de los problemas del actual administración federal.
Por cierto, éste miércoles el mandatario estatal, EGIDIO TORRE CANTÚ, recibirá al jefe del ejecutivo federal, en el aeropuerto de Tampico, en su escala hacia el vecino estado de San Luis Potosí.