Con las manos dentro de los bolsillos, Guillermo Lash de la Fuente, demostró una vez mas  su inexperiencia al frente de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros y vio como la ciudad se inundaba.

Las cuatro pulgadas de lluvia que se precipitaron  fueron suficientes para llenar los sectores tradicionalmente inundables y los que no.

Torpe, el pistolero de la Junta de Aguas y Drenaje, se encogía de hombros y pedía desde Los Sauces, uno de los sectores más anegados, paciencia a la población fronteriza para soportar los efectos de la tromba.

Lo que fue en un principio un severo trastorno vial se convirtió con el paso de las horas en un dolor de cabeza para habitantes de sectores aun exclusivos como Arboledas, donde el lago se desbordo e impidió a los vecinos llegar hasta sus residencias.

Otros sectores inundados fueron Las Brisas, CIMA, Hogares de Matamoros, Revolución Verde, Las Norias, Expofiesta Oriente, Nueva Jerusalen, San Pedro, San Miguel, entre otros.

Lejos de encender las bombas de la Junta de Aguas a tiempo para acelerar el desagüe  Matamoros, Lash de la Fuente  se limito a poner su cara de burro chiquito y decir que en dos horas la emergencia iba pasar… algo que no sucedió.

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