SIN EMBARGO.- Lionel Messi atacaba elegante y acariciando la pelota con el guante de su zurda. Así lucía su estatua hasta que vándalos le destrozaron su torso, cabeza y brazos.
Sólo quedan sus piernas y la pelota de esa representación del fenomenal atacante del Barcelona y la selección Albiceleste en el Paseo de la Gloria, un sitio a la vera del Río de la Plata, en la capital argentina.
“Hay gente mala. La verdad no se entiende porqué se puede llegar a romper algo”, dijo Carlos Escalante, un vecino que pasaba por el lugar. “Están todas las glorias de Argentina acá. Se ve que hay gente que no le simpatiza Messi y puede ser por eso que lo rompan.”
En ese paseo cerca de la Casa de Gobierno, también figuran estatuas de otros legendarios deportistas argentinos como el basquetbolista Manu Ginóbili, los tenistas Gabriela Sabatini y Guillermo Vilas, el cinco veces campeón mundial de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio y la jugadora de hockey Luciana Aymar.
Además del destrozo de la estatua de Messi, a la de Sabatini en algún momento le robaron la raqueta.