SINEMBARGO.-Recargada en la pared, la madre se abraza a sí misma mientras observa a lo lejos el movimiento de los peritos especializados en la escena del crimen. Sostenido en los barrotes del enrejado de la casa de la esquina entre las calles Helio y María Martínez, el padre llora.

Ambos fueron enterados de que su hijo Irving Reyes González, de 14 años, fue asesinado y su cuerpo enterrado de manera clandestina en el patio de la vivienda marcada con el 563 de la calle Helio, en la colonia Postal, por una pandilla de supuestos estudiantes desertores.

El menor fue reportado como ausente ante la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Zona Norte desde los primeros minutos del sábado 7 de febrero, después de que no regresó a la casa tras asistir a la Secundaria Federal número 2 “Altavista”.

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