PLAYGROUND.- La nuez de betel, también llamada areca, es lo que en Papúa Nueva Guinea se conoce como buai o ‘oro verde’.
Es la droga preferida del país, un devastador cancerígeno, y en los últimos tiempos la han empezado a consumir hasta niños de 6 años de edad.
Mientras antes se guardaba para rituales sagrados, hoy se estima que la mitad de la población la consume a diario, sumergida en polvos de cal y acompañada con un palito de mostaza.
Cuesta entre 6 céntimos 1,30 dólares y sus efectos son euforizantes, energizantesde y mortales. Su modo de consumo es fácil: se mastica, se escupe y tiñe los dientes y la boca de rojo.
”Mascar buai me hace feliz y me da una energía extra para hacer mis tareas. Sin el buai estaríamos cansados y dormidos. Es parte de nuestra cultura. Todos en la familia mascan buai”, cuenta una consumidora para la BBC. Para este medio, una madre explica también que a sus hijos les permite mascar nuez de betel si lo desean, pero solamente con el estómago lleno para que no sientan mareos.
Pero este vicio temprano podría acabar con toda una generación, ya que la posibilidad de desarrollar un cáncer antes de los 30 es altísima y los medios para tratarlo muy escasos. De hecho, actualmente, Papúa Nueva Guinea tiene la tasa más alta de cáncer oral del mundo: 1 de cada 500 casos que se diagnostican en el mundo ocurre allí, y se tiene claro que muchos enfermos nunca son diagnosticados.