Por Juan Hernandez

Continúa el mal servicio por parte de algunos chóferes  del transporte público, esto según las quejas que en  un tramo corto de al menos diez cuadras, usuarios de este servicio en Matamoros han documentado, en su mayoría obreros, estudiantes y amas de casa quienes por necesidad tienen que abordar un pesero para transportarse de un lugar a otro.

 transporte_publico_tamaulipasJorge, un habitante de la colonia Voluntad y Trabajo dijo que subió al transporte colectivo para dirigirse al centro de Matamoros y realizar algunas compras en la zona peatonal, desafortunadamente el chofer de la pesera de la ruta 1-27-22P-0013 de la Sección 16, como se lo muestro en la imagen, circulaba por la calle sexta a una velocidad de 60 kilómetros por hora mientras que lo permitido en la ciudad es de 40 kilómetros por hora.

 Al pasar frente al Centro de Salud lo hizo a la misma velocidad y frente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a 60 kilómetros por hora, cuando el reglamento de Tránsito en vigor para el Estado de Tamaulipas indica que se debe circular a 20 kilómetros por hora al pasar frente a un hospital o zona escolar.

 Esto demuestra que prácticamente no existe ninguna autoridad que regule esto, ni siquiera un agente de tránsito, un policía preventivo, o los mismos trabajadores de Transporte Público del Estado quienes son los encargados de autorizar o no los permisos de circulación de estas unidades y por cierto además de realizar las revistas mecánicas de estos vehículos que para la denuncia de don Jorge pueden tomar el número que anteriormente les doy a conocer porque esa unidad se está cayendo a pedazos por dentro, los muelles casi tienen contacto con los pies de los usuarios y cada que brinca un tope o cae a un pozo, puede provocar una lesión grave a los usuarios.

 Aquí en la localidad por ejemplo el Subdelegado del Transporte Público Ernesto Danache González, ni siquiera un operativo de revisión ha realizado a estas unidades las cuales siguen provocando accidentes que incluso han dejado graves secuelas a quienes han sufrido algún accidente en su interior.

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