Aunque en Matamoros eran muchos los interesados en completar la formula tricolor que competirá en las próximas elecciones, el PRI resolvió la noche del martes que sus cartas fuertes no eran otras que la ex funcionaria estatal Mónica González García, el ex regidor Anto Tovar y el empresario Juan Carlos Cordoba.
A la designación que estuvo a cargo de Rafael González Benavides en la ciudad Victoria, reacciono de inmediato la clase priísta que en redes sociales estuvo condenando la imposición de tres personajes con poco o nulo arraigo en la militancia.
Tras ser desplazada por Chuchín de la Garza como candidata a la alcaldía, la ex Secretaria de Desarrollo Económico de Tamaulipas, Mónica González García dio patadas de ahogada y al final acepto como premio de consolación la pre candidatura a la diputación local. Peor es nada.
Siempre en el área de financiamiento de las campañas, el acaudalado gasolinero Juan Carlos Cordoba dejara el detrás de cámaras para participar por primera vez como candidato. Muestra que ser amigo de Baltazar Hinojosa vale.
Partidario de comprar likes en Facebook, a Anto Tovar García, quien fue regidor del Ayuntamiento y opero en la Junta de Aguas y Drenaje obtuvo le basto el visto bueno de su tío Rafael González Benavides quien por lo debía varios domingos.
Con la imposición de estos tres, el Revolucionario Institucional confirma su poco respeto a la militancia y a sus sectores: ni trabajadores, campesinos o el sector popular fue tomado en cuenta. Con suerte, tendrán que conformarse con la suplencia.