Las probabilidades de que los solicitantes de asilo ganen sus casos en las cortes de migración de Estados Unidos se han desplomado tras un fallo que autoriza a los jueces a desestimar de forma expedita los casos considerados infundados y la reciente imposición de tarifas anuales a los peticionarios, entre otros reveses.
“Los casos de asilo enfrentan un panorama muy preocupante en Estados Unidos”, dice a EFE el abogado de migración Alex Gálvez.
El letrado advirtió sobre un reciente fallo de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA, en inglés) en el caso de un migrante peruano -conocido como Matter of HAAV, que sienta un precedente al permitir que los jueces de migración desestimen solicitudes consideradas aparentemente infundadas.
La decisión emitida el mes pasado estableció que los jueces “no están obligados a celebrar audiencias de mérito en solicitudes incompletas o en las que el solicitante no cumple los requisitos para recibir ayuda”, lo que significa que no tendrían la oportunidad de ofrecer su testimonio en corte.
“La mayoría de casos de asilo se gana con el testimonio de los solicitantes, de escuchar de su propia voz sobre el riesgo que corre su vida si son deportados”, considera Gálvez, que representa a centenares de solicitantes de asilo.
Con las cortes de migración enfrentando un atasco de 3.8 millones de casos, la mayoría (casi 2.4 millones) de solicitudes de asilo, la decisión permitirá elevar el número de expedientes diarios que pueda atender un juez.
El abogado ha visto que la cantidad de procesos diarios ha pasado de dos o tres a ocho o nueve en los tribunales de Los Ángeles.
“El precedente va a ser usado por muchos jueces para cerrar los casos de forma prematura y finalmente ordenar la deportación”, lamenta Gálvez.
Con este panorama, migrantes como Ismael H, un solicitante de asilo que no quiso revelar su apellido, evalúan si seguirán con sus solicitudes o no.
“Honestamente siento temor de presentarme con mi familia frente al juez y que me niegue el caso y me arresten en la corte”, dice a EFE el migrante, que llegó al país hace tres años con su esposa y dos hijos menores.





