Con lagrimas y tras no obtener asilo humanitario de Estados Unidos, cansados del hacinamiento y precariedad en que vivían en el campamento migrante, indígenas salieron de Matamoros para regresar a sus estados de origen. 
A bordo de camiones del Instituto Nacional de Migración, los indígenas de los altos de Chiapas y Guerrero renunciaron así a sus aspiraciones de obtener asilo humanitario del vecino país.
Durante su estadía en Matamoros los indígenas presentaron solicitudes de asilo afirmando que huían de la pobreza y violencia en sus comunidades, por lo que al igual que los solicitantes extranjeros comenzaron un proceso que por su complejidad puede prolongarse 
varios meses.
Sin embargo la pandemia de coronavirus provocó que el vecino país reprogramara todas las citas hasta nuevo aviso lo que llevó a los solicitantes a entrar en desesperación y aceptar finalmente el retorno a sus estados de origen.
Le correspondió al Instituto Nacional de Migración el disponer los camiones para que este lunes 30 un promedio de 100 connacionales regresaran a sus comunidades en los altos de Chiapas y Guerrero. 
Antes de abordar el autobús, ha hombres, mujeres y niños se les tomó la temperatura para descartar que pudieran ser portadores de Covid19.
