AZTECA DEPORTES.- Tigres, desconocido y Chivas, inteligente, son los conceptos que resumen la final de ida del Clausura 2017, celebrada en el estadio Universitario.
Contra todos los pronósticos, el equipo de Matías Almeyda se metió a la cueva del tigre y llegó al juego de ida de la Liga MX siendo la víctima. Solo ganó un partido en la liguilla, la vuelta en la serie contra Atlas, mientras que ‘Los Felinos’ fueron una aplanadora: cuatro duelos, cuatro victorias.
Pero la final era otra cosa. Tigres tuvo el balón durante casi todo el partido, pero a diferencia de los otros juegos, le faltaron ideas. Las bandas no tuvieron profundidad y los delanteros casi no vieron portería. Un ataque muy tímido el que mostró el local.
Guadalajara se planteó bien en el terreno de juego, no tuvo casi el balón pero poco le preocupó. Se mostró muy cómodo en el transcurso del juego y espero con mucha paciencia sus ocasiones.
Así fue como Chivas hizo lo que ningún equipo pudo hacer con Tigres en la liguilla: ponerlo contra las cuerdas. El Rebaño abrió el marcador al minuto 22, con tanto de un extigre, Alan Pulido, quien aprovechó un mal rechace de Nahuel Guzmán dentro del área y solo empujó el balón.
Tras el gol no cambió el partido y Chivas le repitió la dosis con otro error de Guzmán, quien volvió a escupir de mala manera un balón que le quedó a Rodolfo Pizarro y lo mandó al fondo de la portería felina.
Sí, 2-0 Chivas arriba sobre Tigres, para sorpresa de todo el estadio. Llegó el complemento, Ricardo Ferretti hizo ajustes pero no cambió el transcurso del juego hasta que, cuando el juego vivía sus últimos y no se veía por dónde, André-Pierre Gignac hizo erupción y descontó al 85.
Pero la historia no iba a acabar ahí, como un cuento de hadas francés, Gignac puso de pie a todo el público y les regresó el alma con el empate. El galo se quitó al portero Rodolfo Cota y con poco ángu