Al contrario de su placa conmemorativa, que no duró y fue robada hace un año de los pies de su escultura en Matamoros, el legado de Rigo Tovar si prevalece y alcanza a las nuevas generaciones que bailan al ritmo de la música del llamado Ídolo de la Primera de Mayo.
Así quedo de manifiesto la mañana de este miércoles, al comienzo de los festejos por el 71 aniversario del cantautor, y en el que participaron familiares, amigos, fanáticos y autoridades para cantar juntos, al ritmo de mariachi, las mañanitas al interprete de «Mi Matamoros querido»
Como presidente del patronato Rifo Tovar, el periodista Julio Alberto Rubio hablo con firmeza de la necesidad de proyectar la imagen y herencia musical del ídolo no solo durante su aniversario, sino durante todo el año por ser una personaje que puso en alto el nombre de Matamoros.
Fue turno el alcalde Jesús de la Garza Díaz del Guante de rendir tributo al interprete que en sus mejores momentos logro reunir a 400 mil personas en el lecho del Río Santa Catarina, en Monterrey, Nuevo León, superando el récord del papa Juan Pablo II.
A nombre de la familia, Marco Tovar, hermano del desaparecido artista, agradeció las muestras de afecto y señalo que a 12 años de su muerte, Rigo sigue viviendo en el corazón de sus admiradores.