Por La Pasajera

la foto (1)La ruta de la KLH es una de las más conocidas de la ciudad ya que recorre Periférico de inicio a fin, pasando también por avenidas principales como la Lauro Villar y la calle 21.

Con un calor infernal los pasajeros van a bordo del moderno microbús, los malos olores no se hacían esperar, la gente subía y bajaba, era casi imposible soportar el olor que se respiraba.

En soriana Lauro Villar aborda la pesera una señora gordita que muy apenas y pudo subir, la panza no la dejaba caminar bien, por lo que apenas y subió un señor que ocupaba el segundo lugar del micro se percató de que la señora se tambaleaba hasta casi caer, por lo que se ofreció a ceder su lugar, pero para sorpresa de los demás pasajeros la señora no cabía en un sólo lugar por lo que sin quedar otra opción se levantó también una joven que ocupaba el tercer lugar, ya que casi era aplastada por la señora.

Ella, ya sentada esta agradeció a las dos personas que se compadecieron de su tremenda gordura.

Unos metros más adelante aborda también un payaso con su pequeña hija también disfrazada, los payasitos empezaron su dinámica saludando a los pasajeros poniéndoles nombres de artistas según su personalidad, a un chavo que se veía medio gay le puso Ricky Martín, a una mujer buenona le puso Maribel Guardia y a la señora ‘re-llena’ le puso la Jenni-ta Rivera, la gente no podía contener la risa, sólo a la señora antes mencionada no le causaba gracia, al payaso grosero parecía no importarle la mirada de desagrado de la Doña y el siguió poniendo apodos sin ton ni son:

A un señor bigotón le puso Don Chente y así siguió contando chistes referentes a esas personalidades de la farándula, al terminar la rutina de los chistes el payaso se disculpó diciendo:

«Espero no haber ofendido a nadie, mi intención era sacarles una sonrisa del rostro y una moneda de su bolsillo»

La payasita paso con su sombrero asiento por asiento pidiendo cooperación, a la gente sin duda se vio les gusto el show ya que la mayoría coopero, la gordita fue de la minoría que no dio ni un sólo centavo agraviada por las burlas.

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