UNIVISION.- “¡Chino Hills!, ¡Chino Hills!, ¡Chino Hills!”, gritaban emocionados los vecinos que la noche del miércoles se reunieron afuera de la tienda 7-Eleven situada en esa localidad de 75,000 habitantes en el condado de San Bernardino, en el sur de California, donde se vendió uno de los tres boletos ganadores de la lotería Powerballque acumuló una histórica bolsa de más de 1,500 millones de dólares.
Alrededor de 300 residentes se congregaron para celebrar que un boleto con los seis números del Powerball -4-8-19-27-34 y 10-había sido vendido en esta tienda, aunque ninguno de ellos era el ganador.
Entre ellos estaba Ramón Martínez, de 18 años y originario deOaxaca, en México, pese a que en esta ocasión no tuvo la fortuna esperada después de que él y otros dos de sus amigos le invirtieron 50 dólares a la lotería con el sueño de convertirse en millonarios.
“No ganamos nada, ni a un número le atinamos”, comentó Mártínez a Univision en Los Ángeles entre la desilusión y la alegría que embargaba a los demás, y ante la atenta mirada de numerosos periodistas y cámaras de televisión.
“Pero la semana pasada ganamos 5 dólares”, dijo su amigo Reveriano Martínez. “Esa vez le pegamos a dos números y al mega, y aunque no ganamos nada, aún así no pude dormir, me la pasaba revisando los números”, manifestó.
Carlos García, también oaxaqueño y empleado de un restaurante de comida japonesa que está junto al afortunado 7-Eleven, sintió satisfacción porque el premio mayor hubiera caído en Chino Hills, razón por la que fue al lugar a gritar entusiasmado el cántico que recogía la emoción de la noche: “¡Chino Hills!, ¡Chino Hills!, ¡Chino Hills!”.