En los principales municipios tamaulipecos, que el tricolor perdió en la elección anterior, los ediles han sido políticos saltarines, de esos que antes de concluir un periodo de un cargo de elección popular ya estaban en otros. Cabeceras como Tampico, donde Gustavo Torres Salinas hizo una pésima administración, si así se le pudiera llamar a sus tareas edilicias.
En Reynosa José Elías también hizo lo propio. Solo ejerció los recursos y mal hizo las obras con los recursos que únicamente le derivo la federación y le participo el estado. Ya que niguna de sus obras son por gestiones ante entes a ajenos a los gobiernos priístas tanto federales como estatales.
Lo mismo se puede afirmar de Alejandro Etienne en la capital del estado, jamás había estado desatendida la ciudad como en los tiempos de Etienne Llano. Uno de los ediles míseros en obras, en gestiones, proyectos y no se diga ideas.
No supo sacar provecho de su parentesco con el mandatario estatal, para obtener recursos para obras, pero sobre todo en servicios públicos, lo que propició que las calles y avenidas de colonias y primer cuadro capitalino se convirtiera en un “muladar”.
Tarea que al parecer no era tan complicada, porque el edil sustituto Fernando Méndez Cantú, fue una de las tareas principales que emprendió y , en meses la percepción de limpieza mejoro satisfactoriamente.
El mismo edil sustituto se ha ocupado personalmente de verificar que los camiones recolectores de basura, funcionen. Ha resultado un excelente administrador. Esta cubriendo los baches que el “pico chulo” durante su fallida administración, porque no fue gobierno.
Pero en general, de los 43 ediles priistas y panistas tamaulipecos, ninguno de ellos puede presumir una obra, por gestiones propias, sino por participaciones federales ni siquiera estatales, porque los recursos del estado no fluyeron como en tiempos idos, que los gobernantes priistas se preocupan por lo menos de su ciudad o pueblo natal.
Porque ni el Pepe Elías, ni el Alejandro, menos el Gustavo “faquir” del sur, mostraron su capacidad de gestión. Los tres mediocres, estaban como los “perro de rancho”, esperando que su amo les dejara una migaja, pero esta jamás llego.
A la fecha no hemos confirmado que algunos de estos fallidos ediles haya gestionado obras en organismos internaciones. Y el asfalto aún cuando es parte de las regalía de Pemex, en la capital del estado, no se ha dispuesto por parte del Ayuntamiento porque carecen de recursos para adquirir la parte complementaria de la mezcla.
Uno de ellos, Alejandro, le sucedió como al malogrado ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba que después de su intrascendente gestión, busco la candidatura de la presidencia de la república, pena ajena que un exgobernador vinculado y buscado por la DEA por delincuencia organizada hubiera llegado a la presidencia, que ciertamente no sería la excepción. Etienne no se tanteo, se creía con tamaños para ser gobernador.
Lo peor es que sus paleros aseguraban y le metieron en su cerebro tamaña especie, al grado que pensaban y sigue creyendo que era el indicado por el tricolor para derrotar al gobernador botudo Francisco García Cabeza de Vaca.
Cuando el antecedente más reciente de Cabeza de Vaca, anterior a la elección del 5 de junio, fue el triunfo sobre el gobernador del “maharishi” y el empresario ferretero José Manuel Assad Montelongo, no hay que olvidar que Manuel Cavazos Lerma es senador por la primera minoría, por no decir que de chiripa.