24 HORAS.- Poco a poco, los migrantes centroamericanos están dejando de usar el tren conocido como la Bestia, y están optando por hacer recorridos a pie y trasladarse en autobús por temor que de ser detenidos por las autoridades mexicanas; además, el flujo migratorio ha disminuido por los anuncios que ha efectuado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra quienes busquen entrar a ese país ilegalmente, consideró Alberto Donis, coordinador del albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca.
Indicó que otro factor es el programa Frontera Sur que se implementó en 2014 para contener el flujo migratorio.
“Los indocumentados han dispersado su paso por México, optando por rutas más peligrosas; siguen también con la ruta del tren porque no los pierde, pero caminando”, expuso en una entrevista con 24 HORAS.
Incluso, Donis indicó que algunos centroamericanos salen de Guatemala y cruzan la frontera por mar, llegando de esa manera a las playas de Salina Cruz, de ahí se van por carretera por la costa oaxaqueña y después se van en autobuses al Norte”.
Karla, voluntaria del comedor Las Patronas, en Veracruz, comentó que, de enero a la fecha, los trenes que llegan a pasar no traen mucha gente.
“Son entre 60 a 80 personas y antes eran de 200 a 300; muchos de ellos lo tomaban en el municipio de Tierra Blanca, Veracruz. Esto se agudizó, con la llegada de Donald Trump, fue muy marcada la disminución de los migrantes en la Bestia”, manifestó.
Explicó que ahora hay más retenes en el sur, por lo que “muchos llegan al comedor caminando con exceso de llagas en los pies, deshidratados, porque si suben a la Bestia los de migración los detienen; la situación se agrava porque la mayoría no trae dinero y se ven obligados a emplearse en el campo”.