En el Valle de Texas, como en Tamaulipas, la llamada Niña Blanca, o Santisima Muerte, sigue ganando seguidores que no dudan en levantar altares, dar tributo y hasta llevarle serenata con mariachis.
Este fenómeno que se inicio en el barrio bravo de Tepito, en el corazón de la capital mexicana, ha trascendido fronteras y ahora se manifiesta en tranquilas localidades del Valle de Texas.
Tal es el caso de la ciudad de Donna, donde el 83 de la calle Businees Higway se habilito un local comercial como capilla para la muerte.
En el lugar, sus creyentes, llevan botellas de vino, cajetillas de cigarro, frutas, y algunos otros antojos para la efigie que vestida de blanco sostiene macabramente su clásica guadaña.
También en las redes sociales se creo una pagina para difundir a la capilla de Donna y recibir ofrendas económicas.






