Una campaña las enemistó, pero las redes sociales las unen y ridiculizan al mismo tiempo: Belén Rosales Puente, diputada local por el XII Distrito y Dolores de La Garza Berlanga, representante de la SEDESOL estatal comparten el gusto por exhibirse, como cuando se fueron a Europa juntas y brindaron de «cruzadito» con la Torre Eiffel de fondo.
Lo publicado esta semana por las dos servidoras publicas en Facebook muestra un egocentrismo puro: por un lado Dolores «Lolis» de la Garza, presume «nuevo look» en horas de trabajo al hacerse una selfie en las oficinas de Desarrollo Social donde debería ocuparse en la correcta distribución de 34 mil despensas, y por el otro, su ex amiga Belén Rosales, muestra dos imágenes contrastantes: una con el Rey del Mar Sebastián Rulli en un encuentro VIP en la Playa Costa Azul y otra volteando tortillas de masa en un fogón miserable de la colonia Abelardo de la Torre.
Con sus publicaciones, Belén y Lolis, Lolis y Belén, se muestran más interesadas en obtener likes, que en demostrar trabajo en las áreas sensibles a las que llegaron
Por un lado la panista Belén, representando el distrito más pobre, el número XII no ha sabido dar el ancho en el Congreso del Estado donde aspiro sin éxito a coordinar la bancada blanquiazul, y por el otro la priísta Lolis que no le importa postergar la entrega de despensas para irse a la Playa y rendirle pleitesía a su jefe, un Homero de la Garza Tamez, que como Secretario de Desarrollo Social la resucitó de la muerte política que fue para Dolores perder por más de cinco mil votos ante Belen Rosales el pasado 7 de julio.
Después de eso ya son más las amigas inseparables que se conocieron como integrantes del cabildo de Matamoros, en la ahora lejana administración priísta de Erick Silva Santos, donde comían del mismo plato y hasta se ponían la misma ropa, ahora Belén y Lolis, Lolis y Belén son enemigas políticas que sin embargo comparten el vicio de subir contenidos frívolos a las redes sociales en horas que, se supone, deberían estar trabajando a favor de los matamorenses que pagan sus sueldos.