La clase priísta despidió con alabanzas y desconsuelo a quien fuera líder campesino, diputado local y político de la vieja guardia: Juan José Camorlinga Guerra.
Fue en punto de las 14: 30 horas que la carroza de Funerales Lozano llego a la sede tricolor de Quince y Diagonal con el cuerpo del infortunado.
Al frente de los deudos, la viuda Gloria Cadena de Camorlinga y sus hijos Juan Jose y Niclas, recibieron abrazos, palmadas y palabras de confort por parte de unos 200 priístas que se congregaron sin importar el sol que caía a plomo.
Le toco a Sergio Guajardo, dirigente del PRI en el Estado, el dar un reconocimiento postumo a Juan José, pero debido a que lo conocía poco, prefirió mencionar las palabras de la maestra Guadalupe Flores de Suarez, que dentro de un blazer blanco pero sin descubrirse los ojos, de mostraba devastada por la perdida.
Caras largas era lo que sobraba en la casa tricolor, donde priístas de alcurnia, con o sin candidaturas en la bolsa, fueron los primeros en montar las guardias de honor, aunque el sentimiento real, las lagrimas de corazón, se observaron en la estructura territorial, los militantes de a pie que sintieron en el alma la perdida de Juan José.
Marcos Alvarado con una foto del finado en los brazos, Abraham Ventura llorando a grito abierto, Gaby Barroso, de luto cerrado, Paty Duque que hizo una oración frente a la ataúd, Elsita Canizales persignandose al llegar ala caja o David Ramirez emotivo al micrófono, entre otros, dieron cuenta del cariño que en su larga trayectoria política despertó Juan José.
Descanse en paz.
