El grupo de mexicanos que ha regresado a Matamoros, en entrevista con este medio de comunicación, denunciaron que durante su estancia en los Estados Unidos, para tramitar su asilo político han sufrido de muchas humillaciones por parte de agentes de migración de los Estados Unidos, comentaron que a tal grado que han hecho llorar a muchas mujeres y les llaman mentirosos a los mexicanos que se habían llevado en grupo esta semana, para realizar los trámites de solicitud de asilo político.
A su regreso a Matamoros manifestaron que han sido maltratados verbal y psicológicamente durante el tiempo que los tuvieron retenidos en las diferentes estaciones migratorias de Puente Viejo, puente nuevo y Puente los tomates, de Brownsville Texas.
Comentaron que han sido muy pocos los que han logrado pasar los filtros migratorios y se han internado a los Estados Unidos.
Algunos han sido rechazados por no estar casados legalmente con sus esposos, aunque presentan papeles de sus hijos legalmente registrados en unión libre.
Las mujeres solteras son rechazadas de inmediato.
Los hombres que tengan antecedentes de felonias en Estados Unidos son amenazados de enviarlos a la càrcel y se ven obligados a solicitar una deportación a México, para poder regresar a Matamoros.
Comentaron que los tienen sin comer a los hombres, en estos centros de detención y que las mujeres con hijos, solamente un burrito y unas galletas son toda su comida durante el día.
Han retornado a Matamoros sumamente preocupados, desesperados, sin saber con certeza que será de su futuro, debido a que no pueden regresar a Chiapas, Oaxaca y Guerrero, debido a la difícil situación por la cual salieron huyendo de sus lugares de origen.
Les dijeron que deben conseguirse un abogado para que puedan apelar su caso, en las cortes migratorias.
Manifestaron sentirse engañados por los dos gobiernos mexicano y estadunidense que lo que dicen públicamente en los acuerdos que han hecho en los temas migratorios, está muy distante de lo que oficialmente se dice, contra lo que en la práctica están haciendo, comentaron los mexicanos retornados a Matamoros.
Regresan al campamento sin esperanzas y aparte que perdieron todo al salir del campamento del Puente Nuevo Internacional, en el que sus casas fueron derribadas por agentes del Instituto Nacional de Migración, al dejar sus casas de campaña con su ropa y cobijas; a su regreso ya no encontraron nada. Sin esperanza, con miedo y mucho temor de hablar en público por lo que tuvieron que pasar esta semana; su futuro es incierto para ellos al ser rechazados en la solicitud de asilo político en Estados Unidos.
