Se acerca el momento de las definiciones, y la guerra de nervios se abalanza sobre los cuartos de guerra de los candidatos a cargos de elección popular.
Es de llamar la atención lo que está ocurriendo en el Cuarto Distrito Electoral de Tamaulipas, donde al inicio del periodo de campañas, se advertía una considerable ventaja del Partido Acción Nacional, derivado de la esmerada operación en tierra y aire por parte de la alcaldesa blanquiazul Norma Leticia Salazar Vázquez.
En política no basta con ser, sino también hay que parecer, y desde el inicio de su gestión la joven edil se ha esmerado en un propósito que no es sencillo: convertirse en una marca propia. Lo real es que hubo un momento en que la figura de Leticia Salazar llegó a concitar mayores simpatías que las de su propio partido, Acción Nacional.
Sin embargo, con el transcurso de las semanas, el escenario se ha ido modificando. El priista Jesús de la Garza Díaz del Guante ha desarrollado una campaña que ha venido de menos a más, situación a la que se debe abonar la incuestionable influencia del ex alcalde Baltazar Hinojosa Ochoa, erigido en jefe político del priismo local. Incluso a muchos sorprendió testificar, ya pasado un primer tercio de la campaña, la paulatina integración de otros personajes, que la rumorología ubicaba en el terreno de los “no muy contentos”, como es el caso del ex diputado local Daniel Sampayo Sánchez, quien durante unos cuantos días fungió como “precandidato casi electo”. Daniel aguantó vara y se incorporó al jale en campo.
En la acera contraria, si bien no es de soslayar el poderío económico, operativo y estructural orquestado por la alcaldesa y su principal colaborador Luis Alfredo Biasi desde la Sedesol Municipal, es evidente que la campaña de Ramiro Salazar, padre de la alcaldesa tiene músculo, pero adolece de idea.
Un leve repaso a las redes sociales y página web del abanderado panista hace evidente que su discurso está completamente desvinculado de la plataforma electoral del PAN a nivel federal. Y es comprensible, porque el CEN optó por una campaña de contrastes, utilizando el ataque directo al PRI y el tema de la corrupción como eje central. La diferencia es que en Matamoros el PAN es
gobierno, y como tal, resulta más vulnerable a una retórica de contrastes. El poder impulsa, pero también desgasta.
Obviamente en la recta final del periodo de campañas prevalece la guerra de encuestas; cada quien tiene la suya y quien paga ordena el orden de las simpatías; pero lo cierto es que desde una óptica neutral, la realidad es que para los panistas el panorama ya no suena tan holgado como al principio.
Aunque lo han minimizado, es evidente que la voluntaria ausencia de Ramiro Salazar de dos foros de candidatos convocados por organismos empresariales puede ser un elemento en contra, sobre todo entre los votantes indecisos o “switchers”. Por supuesto que el panista no fue el único ausente, pero la realidad es que a candidatos como Iván Puente, del PT o Juan Carlos Montalvo, de Movimiento Ciudadano, es probable que no los extrañen ni en su propia casa, ni siquiera un día de quincena.
Ramiro, al igual que su hija Leticia son auténticos fenómenos de popularidad, y son figuras de alto contraste: o se les ama o se les odia, pero definitivamente no pasan desapercibidos. Probablemente en el cuarto de guerra del PAN ya tienen presupuestado el déficit que pudiera ocasionar la ausencia de su candidato en los debates, y ya estén trabajando en el tema.
Lo cierto es que en términos de estrategia electoral, la popularidad no lo hace todo. Como dice la canción popular; se requiere planeación, contenido, recursos… y una poca de gracia.
Serán días interesantes, sin duda alguna.
Por cierto, dando seguimiento a las distintas encuestas, es de llamar la atención el papel que jugará en la contienda del Cuarto Distrito el Partido Verde Ecologista de México y su candidato, el empresario Humberto Rangel Vallejo. Y es que en los sondeos se ubica al Partido del Tucán con índices de preferencia que van del 12 al 14 por ciento, lo cual no sorprende si se recuerda que ya en 2009, los verdes se llevaron el 10% de la votación.
De cumplirse este escenario, los que estarían pagando la penitencia serían los integrantes de los partidos “morralla” –PT, Movimiento Ciudadano, MORENA, Encuentro Social, Nueva Alianza y Humanista, e incluso un muy deteriorado PRD- cuyos candidatos incurrieron en el pecado de perderse en el limbo y con el pretexto de los recursos, no salieron a hacer campañas, ni aprovecharon los medios y peor aún, ni siquiera se aventuraron a tratar de utilizar las redes sociales. Tal parece que el Tucán va a devorar a la “chiquillada” fronteriza, muy a pesar del golpeteo mediático a nivel nacional.
No obstante el escenario adverso, Humberto Rangel ha hecho la tarea. Ha caminado su distrito, entró a la pelea en las redes –llegando incluso a rebasar al priísta “Chuchín” de la Garza en cuanto a número de seguidores en Facebook-y aprovechó los debates. Y en una elección tan cerrada como la que se prevé en el Cuarto Distrito, alzarse con una tercera posición no suena nada mal. La presencia en Matamoros del dirigente nacional del PVEM Arturo Escobar y Vega en pasados días no fue casualidad.
A ver qué implicaciones tiene esto en la ruta electoral 2016…
Veremos y comentaremos.
DE BOTEPRONTO: Por cierto, nos comentan desde el puerto jaibo que está por arribar a Matamoros un viejo conocido de Ramiro Salazar: el contador Roberto González Barba, quien dice que por nada del mundo se quiere perder el agarrón electoral del 7 de junio en la tierra de Rigo Tovar. No cabe duda que hay quienes llevan la pasión política en los genes… Comentarios: miguelangelisidro@hotmail.com
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