LaLey-de-Herodes

Como lo señalamos en pasadas entregas, uno de los aspectos más sobresalientes de la presente contienda electoral lo representa la aparición de las candidaturas independientes, y muy particularmente, la postulación de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, como abanderado sin partido a la gubernatura de Nuevo León.

Los reportes en torno al evento de cierre de campaña de Rodríguez Calderón, celebrado en la Arena Monterrey, dan cuenta de un evento absolutamente sin precedentes: más de 12 mil asistentes atestaron el local, “sin lonches, sin despensas y sin grupos de renombre de los que cobran varios millones”, según se publicó en las redes sociales del candidato. Además, muchos de los asistentes cubrieron una aportación voluntaria para pagar la renta del inmueble.

En la danza de las encuestas, El Bronco no sale nada mal librado; aún las que publican sus rivales lo meten en la pelea por la magistratura neoleonesa. El abanderado sin partido logró marcar el ritmo de la contienda al dictar agenda en los medios; sus irreverentes declaraciones obligaron a sus contrincantes a redoblar esfuerzos y hasta el ex Presidente de la República Felipe Calderón tuvo que afrontar los obuses verbales del ex alcalde.

Como ya lo señalamos, independientemente de los resultados oficiales de la contienda, la realidad es que “El Bronco” Rodríguez ya ganó.

En primera instancia, porque desarrolló una campaña alegre, retadora y creativa, que provocó la cobertura de los medios de comunicación y las redes sociales.

Así mismo, alimentó la esperanza de un amplio sector de la población que manifiesta hartazgo hacia la partidocracia imperante. Una cosa es clara: en una entidad como Nuevo León, existe un importante número de electores que literalmente ya están hasta la madre del PRI y el PAN, con justos motivos.

Al igual que en otras entidades del norte de la República, en Nuevo León la izquierda no representa una alternativa que valga la pena siquiera considerar. Pálida sombra de la fuerza que alcanzan en el centro y sur del país, los partidos del ala “progresista” son coto exclusivo de una camarilla de sátrapas que han

hecho de la partidocracia su modus vivendi. Escenario parecido al que se vive en Tamaulipas y Coahuila.

Por consiguiente, la aparición de un nuevo liderazgo, dotado de los atributos naturales de la gente del norte del país, representa una alternativa fresca en la geografía política del país. Chihuahua, Sonora y Baja California son entidades que ya han sido gobernadas por Acción Nacional, pero el estilo “bragao” de los norteños no ha sentado sus reales en la forma en que se hizo gobierno de dichas entidades.

Claro que también existen detractores de “El Bronco”.

Quienes señalan que lo traiciona su pasado priista.

Que sus desplantes verbales no son más que meros trucos mediáticos para ganar simpatías.

Que su designación fue un truco del PRI para “ciudadanizar” a uno de los suyos en una entidad donde cada vez es más difícil “vender” a los electores la oferta del bipartidismo PRI-PAN.

Que era la única manera en que un sector del PRI podría remontar la desastrosa gestión del gobernador Rodrigo Medina sin pagar el costo de sus yerros con el voto de castigo de los neoleoneses.

Será interesante ver qué decisiones toma “El Bronco” en caso de llegar a ser gobernador. Como construirá los necesarios contrapesos con el anquilosado sistema partidista.

Cómo conformará su gabinete.

No ha faltado quien ha dicho que si Rodríguez Calderón gana la gubernatura, será un serio candidato a la Presidencia de la República.

Otros más señalan que si “El Bronco” logra meter a la cárcel a Rodrigo Medina, tendría un inmejorable despegue rumbo a la silla presidencial.

Y comienzan las comparaciones.

De parte de quienes señalan que “El Bronco” sería un producto más fácil de vender a los ciudadanos sin partido, que son creciente mayoría.

Y por otro lado… que sería una fuerte propuesta “ciudadana” frente a las múltiples decepciones que han generado las principales fuerzas políticas de este país, léase PRI, PAN y PRD.

Desde su trinchera, y con aparente buena fe, el líder moral de MORENA, Andrés Manuel López Obrador saludó la postulación de Rodríguez Calderón y su creciente aceptación entre el electorado.

¿Será “El Bronco” el personaje que arrebate a López Obrador el uso de “marcas registradas” por la “izquierda progresista”, tales como “verdadera oposición”, “sociedad civil” y “ciudadanía sin partido”?

Falta poco para que esta historia escriba su siguiente capítulo.

Para saber si, efectivamente, “El Bronco” Rodríguez se convertirá en una especie de “antídoto anti-Peje” en 2018.

Al tiempo.

DE BOTEPRONTO: En distintas ciudades de la frontera tamaulipeca, coordinadores de campaña y candidatos entierran cuchillos para apaciguar las amenazas de lluvias intensas en los días previos a la elección.

Y es que si el clima se pone feo, el dios Tláloc podría convertirse en el Gran Elector. Comentarios: miguelangelisidro@hotmail.com

Twitter: @miguelisidro

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