marianacornejoburbuja

madre-e-hijoConocemos personas que son tan amables con los demás, que son amigables, que no necesitan conocer de tiempo atrás a alguien para darle un trato respetuoso y cordial, hay personas que sin saber nada de nosotros, nos dan palabras tan alentadoras, que algunos pueden llegar a pensar que son elogios, pero no, son solo palabras que necesitamos escuchar con mas frecuencia, gente que podría no tener un buen nivel “económico o social”, pero es atento con el resto de sus semejantes. Cuánta gente conocemos que sea así?, Cuántas personas hemos tenido oportunidad de tratar que diga tus virtudes, lo que vales, lo que mereces, sin haberlo pedido o mejor aún sin hacerlo con algún interés oculto? Sabemos la respuesta, son muy pocas.

Es que hoy en día parece tan difícil ser así, ó encontrar a alguien así, y cuando lo encontramos, lo vemos como extraterrestre, como bicho raro, como deforme, como anormal, incluso empezamos a decir entre el resto, que no es real, que es solo una pantalla que usa frente a los demás, que es ilógico que exista en este mundo una persona que pueda ser  tan feliz, tan amable, amigable y respetuosa solo porque sí, porque este planeta esta tan acostumbrado a encontrarse a cada paso un amargado, un infeliz, un ipócrita, un altanero, un ególatra, un envidioso, un impostor, en fin, encontrarse gente negativa y falta de amor propio, que empiezan a esparcir su mal genio y formas de ver y vivir la vida.

En estos tiempos, donde abunda la negatividad y el pesimismo, donde a muchos ya han inyectado de su mala fe y falta de comprensión hacia ellos mismos y los que los rodean, es importante vacunar a nuestros hijos contra este mal, porque es nuestra responsabilidad como  madres, enseñar a nuestros hijos desde pequeños a disfrutar de su vida y el mundo, enseñarles que no es necesario tener un motivo específico para ser feliz, es importante desarrollar en los niños una mente positiva, activa, creativa, un pensante tranquilo, sereno y en paz consigo mismo.
Que vea por medio de nosotros que no es necesario tener los mejores juguetes, toda una colección de muñecas sin sacar de sus cajas para ser felices, cuantos niños conocemos que sus padres les dan todo, les dan hasta lo que no les piden, pero les falta cariño, les falta tiempo de calidad, les falta atención, comprensión, les falta mucho amor, una palabra de aliento, un consejo, hasta un regaño cuando es necesario.
La felicidad, el positivismo, la alegría, no debe de depender de una situación, sino de una actitud y eso es lo que debemos de entender.
Pero nuestros críos son inteligentes, aún mas que nosotras, ellos aprenden mas del ejemplo, entonces, cambiemos nuestro chip, empecemos a ser mas atentos con la gente, cuando vamos al super, andando en el coche cedamos el paso al peatón, mostremos una sonrisa, no busquemos motivos para poder sonreír, para ser feliz, estamos vivas, eso cuenta como un motivo de felicidad?, No necesitamos mucho dinero, no necesitamos una gran mansión, no es necesario vestir las mejores marcas de ropa, lo que si es necesario es tener humildad, sencillez, amabilidad, respeto, comprensión, tolerancia, cariño por nosotras mismas y por nuestro entorno.

No mal entiendan este escrito, no eduquemos a nuestros hijos de una manera conformista, que si no lo tienen algo que así se queden, no, esta no es la idea, nuestros críos deben de aprender que es bueno ser mejores profesionalmente pero sobre todo a ser mejores seres humanos.

Aquí lo que planteamos es que enseñemos a nuestros hijos a ser felices sin motivo, a ser positivos porque sí, que las situaciones que se presenten en su vida, no cambien su manera de pensar de forma negativa, que no les afecte en su actitud un mal momento, que entiendan que habrá ocasiones en las que se levantarán con el pie izquierdo de la cama, pero eso no significa que tendrán un mal día, o si les pasó algo malo en la escuela no significa que el resto del año escolar así será, solo fue una situación, pero el resto de la gente no tiene la culpa de lo que pasa y mucho menos consigo mismo, al contrario debemos enseñarlos a analizar la situación para que no vuelva a sucederle.

Formemos niños felices, niños positivos, agradecidos, niños que hagan la paz, es lo que este mundo necesita, no hay manera que este planeta cambie sino empezamos nosotras con nuestros hijos, llenemoslos de amor, alegría, respeto y comprensión por el prójimo.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here