La línea White Star anuncia la construcción de 3 barcos de 3 mil pasajeros cada uno, un desafío nunca visto, el Titanic, el Olympic y el Britanic, serían las nuevas estrellas de la navegación mundial. Belfast, una ciudad de alrededor de 350 mil habitantes, había alcanzado un desarrollo industrial no sólo con los astilleros, sino con siderúrgicas, fábricas de tabaco, lino y otros productos. La tecnología y la fuerza de trabajo especializada, la convertían en el lugar ideal para construir los nuevos trasatlánticos. «Harland and Wolff era el más grande constructor de barcos en la época, construía barcos de 20 mil toneladas, cada uno y de repente, tuvo un contrato para construir 3 barcos de 46 mil toneladas cada uno, fue un salto en la escala, fenomenal», dijo Noel Molly, director del Proyecto «Titanic- Belfast».
La inyección de capital vino de los Estados Unidos y del propio Reino Unido, primero para poder ampliar los astilleros y tener listos los diques y dársenas más grandes del mundo y después para la construcción de los barcos. «Lo construyen en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast, Irlanda del Norte, fue una obra maratónica, comienza más o menos sobre 1909 la construcción, que tuvieron que hacer inclusive los diques especiales para hacer un barco de esas dimensiones, hay fotos originales de esa época, donde las grúas que se estaban usando, que aparentemente eran enormes, se ven como de juguete al lado de la estructura de madera original que se hizo, el barco tarda más o menos dos años en construirse, las hélices eran muy grandes, cada hélice yo creo que era del tamaño de esta casa, eran enormes, tres hélices, que esa era una de las modificaciones y avances tecnológicos. Hecho que le iba a permitir llegar o rebasar los 25 nudos, una de las intenciones, es que aparentemente tratar de romper una marca de velocidad fue factor para que indirectamente el barco no alcanzara a desviarse o a frenarse, en el momento del impacto» dijo Alejandro Gárate Uruchurtu, investigador de la Sociedad Histórica del Titanic. El equipo de diseñadores de Harland and Wolf trabajaba con perfección y elegancia. Había que cumplir el encargo de la línea White Star, que tenía la meta de encabezar el transporte marítimo. Esta nave es muy especial, ¿por qué? porque aquí se diseñó el barco Titanic, con el número 401, nos explica el director de la exhibición «Titanic Belfast» y está conservado tal cual, parece que tuviera un deterioro, pero no, no se ha intervenido este edificio y se ha dejado así desde principios del siglo XX. «Este lugar es muy importante para la historia del Titanic, porque son las oficinas de diseño, donde los diseñadores del barco hicieron los dibujos, donde pusieron los planos, veían hacia el dique, veían la construcción del barco al mismo tiempo que iba ocurriendo, aquí es donde todo se originó», dijo Tim Husbands, presidente de la Exhibición del Titanic Belfast.
El techo con forma de barril y los domos dejaban entrar gran cantidad de luz natural. Un siglo después, el edificio presenta los signos del paso del tiempo, paredes descarapeladas y humedad. «Hay un comité de planeación para este edificio en particular, este edificio está protegido y tiene que permanecer como lo ves ahora, es parte de la historia, es parte del legado», reiteró Tim Husbands. Desde las antiguas oficinas de diseño de Harland and Wolff, se puede saltar al siglo XXI, con sólo dar unos pasos. Para encontrar el imponente nuevo edificio de la exhibición Titanic Belfast, de la que hablaremos más adelante.
Entre 1909 y 1910, la fabricación del Titanic y del Olympic, avanzaba en forma paralela. «Hicieron un acuerdo para construir tres barcos: Olympic, Titanic y Britanic. Britanic, que nunca navegó como trasatlántico, fue parte del esfuerzo de la primera guerra mundial, una vez que atrajeron a la gente más rica del mundo, con mucho dinero, para poder transportar a 3 mil personas en un barco, para hacer dinero con eso, el cruce del Atlántico. Tenías a la gente más pobre del mundo, emigrando desde Irlanda hacia una nueva vida en América y tenías a la gente más rica del mundo, viajando por placer, viajando desde su Palacio a Nueva York, todos abordo del Titanic», dijo Susie. Ante la presencia de unas 100 mil personas, trabajadores, inversionistas y periodistas, en mayo de 1911 se botó el casco del Titanic. Ningún barco había alcanzado la longitud de 269 metros y la altura equivalente a un edificio de 11 pisos. Ya era el objeto en movimiento más grande jamás construido por el hombre.





