A duras penas, la camioneta Nissan tipo Armada blanca, se abrio paso sobre la avenida Roberto Guerra, el chofer manoteaba a los atravesados para que se retiraran, pero nadie le hacía caso, el deseo de saludar a Andres Manuel López Obrador era mucho por parte de la multitud.
Se habia terminado ya un mitin incendiario en la arteria, cruce con Fidencio Trejo, donde el politico tabasqueño logr o juntar unas 4 mil personas, menos que las 10 mil congregadas en Reynosa, pero igual de participativas y entusiastas para aplaudir un discurso en el que prometio acabar con la corrupción, cancelar la reforma educativa, suspender las pensiones vitalicias y hasta vender el avion presidencial, ese que costo 7 mil millones de pesos.
«Ya se lo mande ofrecer a Trump porque no lo quiero».
El orden que se mantuvo durante la ponencia de López Obrador, se perdio a la salida, cuando el sentido comun dictaba llevarse de inmediato al candidato de la Alianza Juntos Haremos Historia y quien rechazo cualquier tipo de protección oficial en su gira por la frontera tamaulipeca que comenzo el jueves en Nuevo Laredo y terrmina este viernes en Río Bravo
Con el puño en alto, Andres Manuel comenzo su visita en Matamoros y se dirigio a maetros, obreros, amas de casa, telefonistas, mineros, comerciantes, estudiantes, afiliados o no al MORENA, PES y Movimiento Ciudadanos que acudieron a escucharlo y aplaudir el proyecto de nación que plantea y que lo ubica como favorito en las encuestas para ganar las elecciones venideras.
