Y No queda más que combatir al miedo con la verdad y la razón, al pánico con la paciencia y a la incertidumbre con información veraz.
El hecho qué desde el día (Miércoles 11) en que Tedros Adhanom, director de la OMS (Organización Mundial de la Salud) caracterizara al “Corona Virus”covid-19 como una pandemia (enfermedad epidémica que se extiende rápidamente por varios países del mundo)y llamara a los gobiernos a tomar “Medidas Urgentes y Agresivas” para combatir el brote, y este virus haya sido confirmado en varios países, incluso ya en el nuestro y cerca de nuestro estado (Tamaulipas), los efectos psicológicos han comenzado a manifestarse y mas al ver en las noticias y en redes sociales gente acaparando alimentos, agua, mascarillas, productos de limpieza, nos provoca ansiedad y hace que el miedo a adquirir la enfermedad nos genere realizar compras de pánico con el fin de estar preparados (y me incluyo), sin embargo hay una gran diferencia entre prepararnos razonablemente para una situación (climática) y las compras por pánico.
Y ¿por qué caemos en el impulso de las compras de pánico? Por el miedo a lo desconocido, por desconocer cómo se desarrollara y para sentir que tenemos el control y que estamos preparados para la situación. 
La ansiedad que se genera ante un peligro o una crisis hace que algunas personas sientan la imperiosa necesidad de hacer algo que sea proporcional a lo que perciben que es el nivel de la crisis y piensan que un problema grave justifica una respuesta exagerada, en este caso generando que escaseen productos como desinfectantes, aerosoles y geles antibacteriales, mascarillas, etc. Y por consecuencia que suban los precios y que personas que realmente lo necesiten no los consigan, cuando en este caso, la mejor medida de prevención sea algo tan sencillo como lavarse las manos continuamente, evitar saludos.
Otro efecto psicológico del coronavirus que genera angustia es el temor a las medidas políticas que impongan las autoridades gubernamentales y los cambios radicales que tengamos que hacer en nuestro estilo de vida.
Por ejemplo el simple hecho de escuchar de “aislarnos o ponernos en cuarentena” genera efectos psicológicos que incluyen miedo, angustia, impotencia, ansiedad, tristeza, confusión, ira y estrés postraumático. Así como investigaciones informan que: “El desconocer el tiempo que va a durar la cuarentena, los temores a infectarse, la frustración, el aburrimiento, la información inadecuada, pensar en pérdidas económicas al no poder trabajar y que al salir, se queden con el estigma de la enfermedad, son los factores que más estresan a las personas que han estado en aislamiento”.
Aunque si pensáramos en la “cuarentena” de una forma positiva seria como una oportunidad para cuidar nuestra salud física y mental, convivir con nuestra familia, disfrutar estar en nuestra casa, leer los libros pendientes, etc.
¿Y qué hacer ante esta epidemia? tomar al “Corona virus” en serio, los riesgos de contraer enfermedades siempre han existido. Preguntarnos si estamos en riesgo y que medidas podemos tomar e implementarlas. Lavarse las manos frecuentemente durante el día con agua y jabón. Cubrirse la nariz y boca con pañuelos desechables o con el ángulo interno del codo cuando vaya a toser o estornudar. Evitar tocarse la cara. No saludar de mano, ni de beso, ni abrazo. Mantenerse a una distancia prudente de cualquier persona que tosa o estornude o con síntomas parecidos a la gripe. Cocinar bien los alimentos, además de No agravar la situación entrando en pánico y evitar difundir “rumores”. Y manténgase informado por medios veraces como “Noticias Frontera y Radio Frontera”
A Todos Excelente Fin de Semana Largo.
Lic. Miriam Morales Psicoterapeuta
Citas 8688135337
CAPSI Matamoros
