– ¿Tienes desconfianza de comprar por Internet, porque “te pueden ver la cara”? (temor a que me estafaran), estas equivocada Miriam, no pueden ver tu cara, “tu computadora no tiene camarita”. (Andrés 21 años, Síndrome de Asperger, experto en sistemas computacionales).
– Le pedí a mi pequeño hijo que me ayudara a mover el extremo de una mesa, le dije “levanta la pata”, dejo la mesa y levanto su pierna, no se si reír o llorar. (Madre de un niño de 4 años con S. de Asperger)
¡Que bonitos ojos, tienes los ojos de tu papá! –“No, estos son mis ojos él tiene los suyos” (Fer, 6 años, S. de Asperger)
Y como éstas, te podría contar muchas anécdotas más…
¡Buen Día estimado lector! A diez años (2007) de haberse declarado el 18 de Febrero como el “Día Internacional del Síndrome del Asperger”, con el fin de hacer conciencia a nivel mundial sobre la existencia de este Síndrome invisible, porque pocos lo conocen y menos lo diferencian, invisible porque quien lo presenta tiene un desarrollo físico normal, su inteligencia puede estar acorde a su edad cronológica o incluso superior a la media, su capacidad para comprender y desarrollar el aprendizaje es muy particular y frecuentemente poseen habilidades especiales en áreas restringidas.
Actualmente el Síndrome de Asperger, se ha integrado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (DSM V Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales) como una variante del autismo.
Cabe aclarar que esté síndrome no es una enfermedad, sino un conjunto de signos o características conductuales que tienen como común denominador las relacionadas con la interacción social (principalmente con personas de su misma edad) y la expresión emocional (afecto, empatía y sentimientos), dificultades en la expresión de la comunicación, el lenguaje, la literalidad del pensamiento, presencia de conductas restrictivas e intereses restringidos, que presentan y que los acompañaran durante el resto de su vida. Las personas con Síndrome de Asperger pueden tener una vida cotidiana funcional, tendiendo a parecer inmaduras desde el punto de vista social, identificándolos la mayoría de las veces como personas “raras o excéntricas”.
Si bien es cierto que no existen dos seres humanos iguales, cada persona con Síndrome de Asperger es notablemente única, siendo en su infancia cuando sus padres y maestros notan “ciertas conductas” de su hijo o alumno que no acaban de comprender; Por ejemplo de entre algunas alteraciones dentro de sus habilidades sociales, emocionales, de comunicación, comprensión, sensoriales, o de las funciones ejecutivas (organización, establecimiento de prioridades y persistencia), motrices e intereses.
Los “Aspies” (diminutivo con el que llaman a las personas con Asperger) se les dificulta disfrutar del contacto social, se relacionan mejor con personas mayores o menores a ellos, prefieren trabajar o jugar solos, presentan dificultad para entender las intenciones de los demás por lo que son presa fácil de burlas y/o hostigamiento por parte de sus compañeros (Bulling), muestran dificultad en participar actividades académicas o deportivas en equipo, al no poder identificar y controlar sus sentimientos tienen reacciones emocionales exageradas como: saltar, gritar, berrinches, son sinceros sin malicia y sin darse cuenta pueden hacer comentarios ofensivos para otras personas.
Suelen No mirar a los ojos o esquivar la mirada cuando interactúan, su pensamiento literal les dificulta comprender y responder ante chistes, dobles sentidos, albures, creen en lo que se les dice aunque sea un disparate, su tono de voz suele ser peculiar, cantarino o monótono como un robot, su vocabulario puede ser formal y altamente correcto. Se apasionan por temas en particular, seleccionan con avidez información o estadísticas sobre el. Hablan de sus intereses sin percibir si aburren a los demas. Son rutinarios, los alteran los cambios imprevistos. Poseen memoria visual y auditiva excepcional (para recordar datos: fechas de cumpleaños, hechos pasados, diálogos, etc.).
Nuestra sociedad, diseñada y dominada por una mayoría “neurotípica” (normal), resulta extraña para una persona con Asperger donde no encuentra su lugar. Hoy por hoy compartimos un mundo socialmente vertiginoso, donde el ideal por el qué luchamos y esperamos, es que todos “seamos aceptados como somos por los demás”, esto representa un enorme desafío para las personas con Síndrome de Asperger, pues para sentirse incluidos necesitan una sociedad inclusiva, y esa la construimos todos.
¡Feliz Sábado!
La autora es especialista certificada en Trastornos del Espectro del Autismo.
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